El pasado 20 de marzo entró en vigor la norma europea sobre portabilidad. Esta nueva regulación permite a los suscriptores de plataformas digitales acceder a los contenidos en línea en otro Estado miembro y no solo en su país de residencia.
Con esta iniciativa la UE pretende garantizar la igualdad de acceso a obras (libros, películas, etc.) desde el extranjero cuando los consumidores se encuentren temporalmente en otro Estado.No obstante, este Reglamento —de obligado cumplimiento para los miembros de la Unión Europea— determina que los usuarios no podrán contratar un servicio prestado en otro Estado ni acceder a los contenidos que solo se oferten en el país de destino.